Pequeño boceto en barro, presentado incondicionalmente,por un imaginero.
No lo vamos a disimular. Sería poco serio, hasta ridículo. Nuestra devoción parte del Señor de Sevilla y de su cofradía, como les pasa a muchas hermandades de España y del Mundo que lo tiene como titular.
Aunque la advocación del Gran Poder, en este caso del “Santísimo Poder”, lo tenía la Virgen cuando por el año de 1431 se fundó esta hermandad, con el nombre completo del Santísimo Poder y Traspaso de Nuestra Señora. Por ese tiempo el Señor que existía en la hermandad tenía como advocación el de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Ya en aquella época, la Virgen iba acompañada de San Juan. En 1570 se describe el cortejo con cuatro pasos que eran cargados a hombros por fuera y con horquillas, como algunos pasos de jerez de hoy en día. En el primero iba un Calvario, en el segundo iba el Nazareno, talla que se perdió en el tiempo y que tenía pelo natural, en el tercero iba la Virgen y San Juan y en el cuarto , cerrando el cortejo, un Cristo crucificado.
No se especifica cuando se produce el Cambio de advocaciones entre los titulares de la hermandad.
Juan de Mesa Hace la actual talla del Gran Poder junto con otra, la del actual San Juan, en 1720. Al año siguiente sale la hermandad por primera vez en la madrugada.
La devoción del Gran Poder coge un gran auge a partir de la propagación que estimula Fray Diego José de Cádiz, que creó la visita de los viernes, consolidándose hasta nuestros días.
Nuestra Agrupación quiere coger el testigo para pasar esta devoción a nuestra ciudad, 578 años después.
