miércoles, 22 de septiembre de 2010

CARTA SALUDA DEL RESPONSABLE SEGLAR


EN LA IGLESIA POR LA GATERA.
Estimados hermanos en Cristo, abrimos un nuevo curso y sirva esta carta para reflexionar y para saludaros de nuevo.
A la mayoría de vosotros, que lleváis por bandera el ser cofrades, os habrán preguntado alguna vez para qué sirve una hermandad, sobre todo en nuestros días.
Yo os puedo dar mi propio testimonio. A mi me sirvió, aunque suene a tópico, para volver a acercarme otra vez a Jesús. O para decirlo mas evangélico, Jesús utilizó a una hermanad de penitencia para encontrar a su oveja que se había perdido.
Yo llegué a una hermandad, la Hermandad del Cristo del Amor, atraído por su ejemplar estación de penitencia. Había salido ya de mi juventud, una juventud serena pero voluntariamente apartada de Dios, dejando de lado la fe aprendida en la niñez. Entrar en una hermandad en la madurez y por tu propio pie, te plantea hacerlo con un compromiso serio de comportamiento como hermano, participando en los cultos y cabildos; y disfrutando de la vida y convivencia de la hermandad. Ir a los cultos de mi hermandad, sobre todo la Misa semanal de la hermandad, me hizo entrar en la costumbre de participar de la Eucaristía, y con ello, de compartir, no solo con mis hermanos en Cristo, sino con todos los cristianos católicos del mundo, la compañía de Nuestro Redentor.
El tiempo y las circunstancias me han hecho alejarme de la Hermandad del Amor, aunque sigo teniendo muchos amigos allí, pero sus efectos misioneros siguen en mí.
Ahora estoy con vosotros en este ilusionante proyecto. Gracias a esta experiencia soy de los que creo que en toda parroquia debe de haber una hermandad de penitencia. Una “gatera” por donde vuelvan a entrar en la Iglesia los que se alejaron. Porque cada vez que se abra para entrar alguien por una “gatera” y Jesús encuentre a otra oveja perdida, habrá una gran fiesta en el Cielo.
Este año os invito a ser hermanos comprometidos con el Señor y con vuestra futura hermandad, que vengáis a los cultos, que os paséis por vuestra agrupación a disfrutar de la convivencia, y sobre todo, que participéis, a las 12 del mediodía en nuestra Parroquia, de la Eucaristía de los domingos, que es nuestra Misa de Hermandad.
Y a los que no seáis todavía hermanos, nuestra “gatera” está siempre abierta para vosotros.